Ascenso geográfico y caída moral

Se discute sobre la frase de Settembrini, “La maldad, señor, es el espíritu de la crítica.”  En algunas traducciones aparece la palabra malicia en vez de maldad. Pero se constata que en el original alemán se usa la palabra Böse que traduce maldad.

  • En el discurso de Settembrini hay solemnidad pero a la vez humor. Por ejemplo, dice, “Lamento tener que gastar mi causticidad en esas cosas triviales.”
  • La Risa oculta los sentimientos. Es de alguna manera el sentimiento que se oculta: sería un arte de lo trágico. De lo “tan real”, sonríe.
  • Hay un intento por trivializar los asuntos mas graves
  • Se nota que las personas se rodean de un ambiente eufórico, maníaco, si se quiere. Hay una aparente alegría y diversión entre los jóvenes del “Club del Medio Pulmón”. Es un estado aparentemente feliz. Settembrini se refiere a la felicidad y se refiere a Behrens que trata por todos los medio de ser feliz, especialmente fumando. Se ha vuelto adicto y los cigarrillos logran el efecto contrario: lo deprimen y lo ponen melancólico. (La Directora le controla la cantidad de cigarrillos que se puede fumar y el intenta robárselos…)
  • Trivialidad y muerte: El tema lo introduce Joachim al hablar de los moribundos. Cuenta sobre la niña Hujus que al momento de que le aplican la Extremaunción hace una pataleta dramática de rebelión porque no quiere aceptar su muerte, ni por tanto el ritual religioso pre-mortuorio. Luego narra como Behrens le da una orden perentoria a un moribundo que esta “descontrolado” diciéndole: “Compórtate!” ante lo cual el moribundo se compone y se muere “ordenadamente”. Se trataría de un mal moribundo que no sabe comportarse al momento de morir… Hans Castrop estalla en risa trayendo a primer plano de nuevo el tema del descontrol sintomático de la paradoja que conlleva. El tema de Risa y Llanto: en el primer sueño de Hans Castrop termina entre risas y llanto. La cercanía de ambas ‘convulsiones’: Reir hasta llorar; reir hasta las lágrimas. Como si no se reconociera la muerte. Hay una evidente negación implícita en la risa, quizás una incapacidad de elaborar o estar consciente de ella. Para los jóvenes parece carecer de existencia; hay una especie de inconsciencia con los jóvenes que se  sienten inmortales e invulnerables aun cuando la enfermedad es patente. La frase de Joachim en respuesta al comportamiento desfachatado  de los jóvenes: “Dios mio[…] son tan libres- quiero decir son tan jóvenes, y el tiempo  no les significa nada, pero entonces pueden morir – quizás- porqué poner caras largas? A veces pienso que estar enfermo y morir no son serios para nada, solo una especie de holgazanería por ahí de malgastar el tiempo; la vida solo es seria allá abajo.”
  • Si la salud es la perspectiva en la vida, para que tienen que esperar la libertad? Es un ambiente de enfermedad. El enfermo es el otro. La disyuntiva de vida es ó ser un enfermo ó un aliviado. Se trata de  una resistencia sistemática que necesita a los enfermos como negocio. Behrens que es otro gran cínico le gusta Hamburgo porque es de ahí de donde le envían “contingentes”. Para los doctores es una muerte repetida que va perdiendo sentido. Y estos sanatorios son una forma de negocio con la muerte o con la perspectiva de morir que tratan de prolongar lo más posible para obtener más dinero durante más tiempo. Behrens se inventa las curas de verano que antes no existían y las publicita en los periódicos. Algunos médicos ante la muerte inminente de un paciente el pide que lo espere mientras realiza alguna diligencia que prolonga para tener a su moribundo pagando por mas tiempo.
  • Impresiona a Hans en el comedor la animación que encuentra ahí y el hecho de que todos comen copiosamente: van comiendo más y más a medida que pasa el día. Por contraste, aquellos que están apesadumbrados se los deja solos. Es otra manera de no tener que enfrentar.  La niña moribunda sufre. Pero este sufrimiento se acalla y atempera se nivela, como en el caso al que el doctor le da la orden de “comportarse”. Hans Castorp se indigna hasta la furia y enuncia el derecho especial del hombre moribundo frente a cualquier ser humano vivo trasegando su día pero lentamente lo sacude un acceso de risa lo posee y lo sobrepasa (podríamos decir que casi como los accesos de tos o como la muerte misma). “…sus palabras se desvanecieron en un acceso de risa que lo poseyó y lo sobrecogió, la risa de ayer, una risa profunda, sin límites  posibles, que le sacudió el cuerpo.” Es una especie de risa nerviosa.
  • Por enfermos que estén es una situación amortiguada. Hans Castorp piensa que ha llegado a un sitio en el cual no hay tiempo.
  • Settembrini va a volver patente el hecho de que es ambiente que necesita la muerte y la enfermedad. Solo vivo porque la muerte existe, justifica su papel en virtud de los muertos y el tránsito de la muerte.
  • Ascender es solo una apariencia de ascensión. En realidad caemos muy bajo dice Settembrini. Minos y Radamanthus que son los jueces de la muerte en el Hades, son en realidad personajes muy crueles. En este ascenso no hay nada de Sublime. Es más bien un Cima y Sima serían el juego patente de este ascenso que es un descenso a la Cámara de los Horrores mas grotesca como lo enuncia Settembrini.
  • Hans se impresiona con Settembrini porque es burlón, cínico e irónico para criticar cosas. Hans considera que su risa es tamizada por la inteligencia, es un hombre culto pero muy aguzado: critica a Minos y a Radamanthus pero a la vez es el que hace necrologías! Y es cliente fiel del sanatorio aunque  va y
  • El ambiente del sanatorio es extraño (unheimlich) a la vez conocido y extraño. Qué es lo que le resulta cómico. La vida parece perder su sentido. Esta como suspendida. Para qué? Como sentirse parte de ese mundo? Hans empieza a enfrentar esa pregunta.
  • La pelea de Settembrini es por la vida y por eso Behrens lo ve como un mal paciente.
  • Hans elogia el Ocio y dice que se siente mejor cuando no hace nada.
  • Settembrini habla de un diablo que elogia el trabajo y de otro  que odia el trabajo al cual no hay que darle  ni siquiera la mano…
  • La vida aquí es sin expectativa de tiempo: el tiempo se dilata y pierde su finitud. La unidad mínima, dice Settembrini es un mes. Existe una unidad mínima. La vida empieza a depender de una temporalidad muy dilatada que no permite asignarle un sentido claro!
  • Si Hans regresara a su vida cotidiana “allá abajo”… sin embargo, aquí arriba el retorno se desdibuja porque Behrens dilata la expectativa: las valoraciones se trastocan. Hay una vacilación, un decantarse por un lado y por el otro. Enojo y Risa que irrumpe. Experimenta un momento de vacilación que desemboca en que no sabe si llorar o reír, si ofenderse o reír.
  • Hans es un especie de mojigato, moralista, escrupuloso, lleno de rituales como el de quitarse el sombrero. Pero si los niños y los jóvenes son los más apegados a las normas, los más conservadores porque la norma es la que rige sus ideas y su actuar. Solo al pasar el tiempo se van abriendo las posibilidades de escoger o labrarse un camino propio distinto. Hans descubre sus emociones de manera volcánica. El sexo o la muerte le producen explosiones emocionales: irritación incomodidad e indignación moral. Se irrita por el golpe de la puerta. Es muy normativo, regido por las costumbres cívicas. Descalifica a una señora solo por lo que come (luego la redimirá por la forma culta en la que habla): la categoriza como costurera.
  • Diálogo Settembrini-Castrop: Piensa que Settembrini es un organillero por la manera como viene vestido con pantalón color crudo con cuadros de rayas negras. Settembrini es el retórico, el ‘culebrero’ y sin embargo, obliga a Hans Castrop a que lo emule y logra que Hans module su modo de hablar un poco plano. Hans se siente retado y responde con elocuencia en el comentario sobre su trabajo. Dice que lo fatiga el trabajo y llega a afirmar que cuando mejor se siente es cuando no está haciendo nada. Settembrini lo intentó encasillar y Hans se siente ofendido. Pero no se deja encasillar, no es servil, está retado. Settembrini le pregunta que cuanto tiempo se quedará. Hans se siente orgulloso de poder escoger él mismo ese tiempo de estancia. Settembrini se abroga el derecho a dividir a los hombres entre ingenieros y humanistas y se declara homo humanus. Subvierte el arriba y el abajo que ha privilegiado el “nosotros aquí arriba” [‘uns hier oben’] como lugar privilegiado y dice que es mas bien un abajo muy bajo, una Cámara del Este abajo es un abajo Medieval con alusión al debajo de Petrarca y del infierno de Dante ambientado en la Divina Comedia. A Krokowski lo ve como un cancerbero y a Behrens como un cínico.
  • Settembrini le dice Hans que su estadía ahí ‘de pasada’ será como Ulises en el reino de las sombras. Hans parece permanecer ajeno a todo este entorno pero inta entrando en la Montaña Mágica a donde apenas va llegando. Y se demorará en llegar. A Hans le cuesta, le da trabajo llegar y reaccionar pero va habiendo indicios de que cambia. Por ejemplo su relación ‘sagrada’ con el cigarro, momento que tan preciado que odia que se le interrumpa por causa del trabajo. Y la molestia porque no puede sacarle el placer cuando descansa en el balcón y cuando sale a caminar con Joachim muestra que se ha interpuesto algo importante, a saber, probablemente su estado de salud, pero de lo que no se va dando cuenta sino paulatinamente. Sus momentos con Maria Mancini (la marca de los cigarros que contrabandea) pueden interpretarse a manera de sicoanálisis salvaje como la relación con la mujer fálica (comento yo, la relatora: Cito el texto: “Me he estado preguntando todo el tiempo que es lo que me pasa, y ahora veo que es Maria. Sabe a cartón paja).Pero hay una elogio al fumar reconocible por fumadores actuales o pasados… Settembrini aunque parece un charlatán apunta a cosas muy serias. Settembrini le dice que ese es un vicio pero que no se preocupe que todo el mundo tiene vicios. En esto coinciden Settembrini y Hans que cuestionan así la moral dominante porque alegan que pueden existir “buenos vicios”. Este es un asunto con valor pero salen de la valoración negativa.

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