Las concepciones del amor y su descubrimiento

Con relación a este tema de las concepciones y el descubrimiento del amor vemos cómo Hans Castorp empieza una nueva etapa de transformación en el sanatorio debido a la experiencia erótico-amorosa que experimenta al entrar en contacto con una mujer que lo cautiva y lo hace entrar a los recuerdos de su pasado, al momento de su infancia donde experimentó atracción por otro ser. Al mismo tiempo esta situación lo confronta con la muerte y especialmente con la enfermedad y la incapacidad de desarrollar cualquier tipo de relación en este estado febril.

Cuando Hansp castorp ve ante sus ojos la posibilidad de morir al encontrarse con que la mujer que le atrae está en el sanatorio desde hace varios años y que su estado de salud deja mucho que desear, la dimensión de la muerte y del amor pasan a otro plano y así mismo adquiere conciencia de si mismo, es decir que estamos frente a un sujeto exacerbado en su conciencia de transformación.

Revive momentos de su infancia, con los recuerdos de su compañero en el colegio “el tártaro” por el que se sintió atraído y ahora cuando  intensas miradas se cruzan con Mme. Chauchat ve en sus ojos la misma expresión del chico del colegio. Encuentra en ambos el objeto de su deseo y al mismo tiempo esta situación lo carga de angustia y desasosiego. Los fantasma del paseado lo asedian y los recuerdos que más aparecen en sueños evocados por las palabras lo hacen caer en cuenta de cuál fue la primera vez que sintió las tensiones del amor.

Cuando se da cuenta de que la mujer por la que se siente atraído es Clawdia se ve ante la paradoja que lo remite a su niñez que es como un recuerdo soñado a través de la palabra.

La enfermedad por su parte parece mediar esta relación que se establece en un estado febril y es además la primera vez que experimenta una fuerte sensación de atracción que suscita al mismo tiempo el desamor como una niebla. Capta la situación adversa que los envuelve y así mismo se detiene en los pequeños detalles de Mme. Chauchat, tan nimios, como su camisa, sus ademanes bruscos o aspectos que resultan desagradables como que haga bolitas de miga de pan, asuntos que es capaz de pasar de largo por su estado de enamoramiento y lo subjetivo que resulta lo que antes le desagradaba ahora le atrae y estimula para llegar al comedor con la ilusión de verla.  Lo repugnante y la atracción se juntan y lo que parece de mal gusto se vuelve un dilema de identificación con el sujeto amado.

Al despertar el amor se logra alejar la persistente idea de la muerte y encuentra la conexión entre el amor y el cuerpo. Y aunque la enfermedad parece incompatible con el amor, él mismo a pesar de sus sentimientos trata de convencerse de que no es posible una relación, además se suma la premura de que partirá en una semana, lo que al mismo tiempo le da licencia para recrearse  en la reciente atracción.

El discurso del doctor Krokovski sobre el amor induce a Hans Castorp a reprimir sus sentimientos, pues aquel plantea que el amor es en sí una enfermedad que tiene distintas mascaras para encubrir otras enfermedades.

Krokovski plantea en sus conferencias que el amor es de todos los sentimientos humanos  el más perverso y encadenado a las tinieblas.